
La violencia de género es una de las principales lacras de nuestras sociedades. Todos los países del mundo tienen problemas relacionados con machismo, discriminación y formas de violencia hacia las mujeres, que los han venido sufriendo desde siempre.
En el caso de España, las mujeres pudieron comenzar a ejercer muchos derechos (como el voto o el divorcio) en el periodo de 1931-1939, con la Constitución de 1931. Después, la dictadura de Franco (1939-1975) implantó un sistema en el que esos derechos no existían. A las mujeres se les negaba el acceso a muchos puestos de trabajo y no podían tener independencia. Por ejemplo, no podían abrir una cuenta en el banco si no tenían el consentimiento de su marido. Además, la prohibición del divorcio hacía que, aunque dejasen de querer al hombre con el que se habían casado o este les tratase mal, no pudieran abandonar el hogar.
La llegada de la Constitución de 1978 amplió enormemente su libertad y sus derechos. En esta “ley de leyes”, todos los ciudadanos y las ciudadanas somos iguales, con independencia de nuestro sexo o religión, entre otras cosas. Las niñas en España pueden ir a la escuela con normalidad, a los mismos centros que los niños y estudiar hasta los más altos grados. Tienen plena libertad para trabajar, casarse con quien quieran y anular el matrimonio si lo desean, participar en asambleas públicas, aparecer en radio, televisión y otras formas de comunicación social, viajar y ser defendidas en caso de violencia.
No obstante, aunque la ley las defiende, siguen existiendo formas de violencia muy graves. Según datos del Gobierno de España, durante este año 38 mujeres (2 de ellas niñas) han sido asesinadas por sus maridos o padres en un ejemplo de lo que se llama violencia de género o violencia machista. Desde 2003 se contabilizan estos casos y ascienden a 1.171 (38 niñas). Una verdadera masacre. Además, hay que contar los casos de violencia sexual (acoso sexual, violaciones o trata de blancas), violencia psicológica y otras formas de violencia. 87.508 mujeres han denunciado durante este año estas formas de violencia y más de 19.881 han conseguido una orden de alejamiento. Una orden de alejamiento es un mandato de un juez o jueza de que una persona no puede acercarse a otra.
A pesar de que las mujeres en España tienen el respaldo de la ley, siguen sufriendo violencia. Pero hay países en los que la ley va directamente en contra de ellas. Uno de los casos más sangrantes es el de Afganistán. Durante estos días en nuestro centro vamos a analizar cómo de diferente es la vida de las mujeres en ese país y estudiar las atroces prohibiciones que las retienen.